Estas capacidades se organizan en relación a las cinco dimensiones del funcionamiento humano:cultural, física, cognitiva, interpersonal e intrapersonal.
El modelo ATRIO permite al docente comprender de forma integral las fortalezas y las necesidades que cada estudiante tiene, facilitando
mirar las necesidades de aprendizaje individuales de cada uno de ellos y aprovechando al máximo sus potencialidades.
